Nutricionista expone beneficios y mitos sobre el consumo de semillas en la dieta diaria

En la naturaleza se encuentran semillas de todo tipo como las de calabaza, de sésamo, de girasol, entre muchas otras, las que contienen grandes beneficios para la salud, alimento que ha adquirido gran relevancia por su aporte y beneficios nutricionales.

En conversación con Expreso Bío Bío, Pamela Reyes, nutricionista, indicó que están muy en boga las semillas de linaza, maravilla, chía y de zapallo, entre muchas otras, por su aporte de Omega 3, que también está presente en el atún, los choritos, en el jurel y las sardinas, ostentando efectos positivos para la salud.

Explicó que el Omega 3 se encuentra en todo lo que es vegetal como por ejemplo la chía y la linaza, siendo un precursor de este ácido graso. No obstante, las semillas deben consumirse de forma moderada.

Agregó que las semillas deben usarse como una fuente fibra y de aceite vegetal, pero no como Omega 3. Para su reemplazo, Reyes recomendó el consumo de tortillas o hamburguesas de atún, pero hechas en casa, así como también el consumo de choritos y sardinas.

Además, indicó que a las semillas se les puede mezclar yogur, frutas y frutos secos.

Respecto a el verano que se aproxima donde todos comienzan más que nunca a cuidar su alimentación, la nutricionista señaló que si se quiere reemplazar el pan, puede hacerse con yogur, frutas y almendras o nueces.

Añadió que una mezcla efectiva para provocar saciedad y así bajar de peso es proteína con grasa vegetal, lo que se manifiesta en consumir distintos tipos de carnes, productos derivados de los lácteos, huevo, nueces, palta, almendras, aceitunas y aceite en la ensalada.

“La proteína tiene una digestión muy lenta, provocando de 2 a 4 horas de saciedad, mientras que la grasa vegetal libera una hormona que inhibe el apetito”, expresó.

Explicó que la grasa vegetal no es grasa de depósito y si se consume en exceso es la última que se almacena y la primera que se quema sin afectar el peso.

entrevista completa realizada por Scarleth Cárdenas